Esta entrada se la quiero dedicar a mi hija adoptiva, una criatura que desde el dia que la levante de la calle ha sido lo más agradecido del mundo, ella me daba mucha felicidad, tranquilidad, me protegía, tenía una mirada tan profunda y honesta, voy a extrañar mucho a mi hermosa Tormenta.
La encontré pidiendo llorando, cubierta de barro podrido, de garrapatas y pulgas, me dijeron que no iba a sobrevivir por la cantidad de parásitos que tenía en la panza, que tenía una semana de vida, no quiero contradecir a los veterinarios, pero mi nena tuvo voluntad de vivir y fue muy feliz, me hizo rabiar como todo hijo, pero también me daba ese apoyo que no encontraba con ningún ser humano, después de 15 años mas o menos ayer a las 23:30 se fue mi nena, 15 de diciembre, siempre voy a decir que fue una semana muy larga, una en la que me dio todo sin pedir nada a cambio. Era la única mujer que subía a mi cama y no se iba de mi lado, enferma, enojada, triste, siempre estuvo ahí como yo lo estuve para ella.
Ahora descansa tranquila, y es por eso que para recordarla con este blog, con fotos de ella mirandome.
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